Mirada tierna

El pequeño Liam nos regala una mirada tierna y profunda mientras es abrazado por su madre Aurora, quien está tejiendo un bolso tradicional. Los niños Waorani crecen viendo y compartiendo todas las actividades de la comunidad, de esta manera aprenden y al crecer se integran como miembros que contribuyen al bienestar de todos.

El fuego que une

Una abuela observa con ternura a su nieta mientras esta tuesta granos en el fogón de leña. Entre el fuego y las risas, se transmiten no solo los saberes culinarios, sino también la confianza, la paciencia y el vínculo profundo que sostiene a la infancia dentro de la comunidad.

Sublime amor de padre

Tiene como propósito visibilizar la importancia del rol paterno en torno a la infancia, y su valor fundamental en el crecimiento.

Infancia en comunidad

El desarrollo de los infantes es una responsabilidad compartida en la comunidad waorani del Ecuador. Cuando los padres por situaciones de trabajo o viaje no pueden cuidar de sus hijos, la comunidad está al tanto y cuidan de los niños como si fueran de su propia familia, para ellos no hay distinción, incluso cuando uno niño/a se suman a jornadas de caminata para cacería, pesca y cosecha de sus vecinos, es libre de hacerlo y los padres están tranquilos porque para cada waorani un niño de cualquier vecino de su comunidad es parte de la misma gran familia wao. En la gráfica, Wayuma Omade de 25 años es soltera, pero antes de dormir, decidió bañar al hijo de sus vecinos, quien pasará el fin de semana con la familia Omade. Él está en buenas manos.

Liam comiendo la yuca para preparar chicha

El pequeño Liam disfruta de comer la yuca directamente del pilón mientras está siendo machacada para preparar chicha. La yuca es una de las bases de la dieta de los Waorani. La preparación de chicha es una actividad que se realiza en comunidad, en la cual participan también los niños, incluso desde muy temprana edad.

El primer abrazo

En una ciudad donde la mayoría de los nacimientos ocurren por cesárea, esta imagen busca visibilizar la importancia de un parto humanizado, íntimo y respetuoso. El hogar se convierte en refugio y escenario de vida, donde la llegada de un bebé no es un procedimiento médico, sino un encuentro lleno de calor, lágrimas y amor verdadero. La fotografía captura el instante en que un padre, sorprendido por la fuerza de la vida, descubre que en sus brazos sostiene el centro de su mundo. La madre, aún en medio del esfuerzo, se entrega al primer abrazo que marcará para siempre a su hijo. Este momento nos recuerda que el bienestar infantil empieza desde el día cero, no solo con cuidados médicos, sino con contacto piel con piel, con respeto, con amor. La infancia se mueve desde su origen, en la dignidad de nacer y ser recibido con ternura.

Abundancia

Ivy suelta el pecho de su madre; un chorro de leche, fuente de vida y amor, brota con fuerza, rociando su mejilla o gotea cayendo en su boca. Un simple acto que nos recuerda la necesidad vital de la lactancia materna, un vínculo único que nutre tanto el cuerpo como el alma.

Lactancia en tándem

Amor y felicidad a la tetita, es común relacionar la lactancia en tándem, dos bebés al mismo tiempo, sean gemelos o hermanitos implica un compromiso y coordinación enorme de la mamá y de la familia. Este es el resultado de este trabajo en equipo, dos bebés saludables y claramente felices.